Hijo de un hogar ejemplar, Muno Pierry, como cariñosamente le dicen sus amigos y el patrón Munito en sus fundos, es un agricultor joven, lleno de energías, emprendedor, amigo del progreso en la agricultura. Gran charlador, ameno y de enorme corazón para sus semejantes. Excelente hijo, mejor esposo y padre ejemplar. Es casado con la respetable dama, señora Elvira Padilla, quien con su simpatía e inteligencia envidiable para una dueña de casa que marca rumbos. ha sabido ser la consejera y comprensible esposa. Munito chico, ya está todo un hombre y tiene una hija encantadora.
Muy joven se hizo cargo de los fundos "La Estrella" y "La Granja", dedicándose intensamente a la agricultura; antes, fue hijito de familia bien sujeta "pues su señor padre era un caballero chapado a la antigua; enérgico, muy trabajador y quería que sus hijos fueran igual a él. El señor Pierry, casado con la respetable dama, señora Lucila Gajardo, dejó huellas de un trabajo fecundo y su esposa ha pasado a ser modelo de virtudes hogareñas. La larga familia Gajardo, tiene una honrosa tradición en Cañete. Se le repeta por sus dones de honorabilidad por el lado que se le mire.
Don Edmundo Pierry Gajardo, educado en el Seminario de Concepción, por lógica consecuencia... resultó un radical en su vida posterior a las aulas". Se tardó mucho en llevarlo de Regidor, ya que Muno Pierry es de clara inteligencia, aunque porfiadito a veces.
.Es un clubman asiduo; eso sí que después de su trabajo; ocurrente y risueño, tras se enfurruña como niño mal criado, y es capaz de armar grandes rosquillas con grandes gritos que impresionan por su cuerpo de gladiador y tan echado para atrás que es. Pero no pasan esos disgustillos de ser simples nubarrones de verano que desaparecen con las primeras luces del alba. No le importa tramarse a combos y nadie el entra el habla fácilmente. Con su eterno cigarro echando bocanadas, habla y gesticula, tosiendo tupidito, pero le vuelve luego la calma. Con el recordado Pancho Cigarroa, gustaba de discutir en el Club y ya se iban a las manos.
Ha sido rotario; hoy es León,, pero donde quiera que pueda hacer un servicio, lo hace sin mayor dilación.
Jamás echa pie atrás cuando se trata de pasarlo bien; es a veces larguero, pero no descuida sus obligaciones, sobre todo las bancarias.
La mezcla de vasco con chileno, da buena cepa; pundoroso, buen amigo, sufrido para estar con los cumpas. Es apreciado por sus dotes de inteligencia, espíritu de servicio y humanitario comportamiento con sus servidores.
Muno Pierry es bastante activo; velozmente va a sus fundos y los recorre a caballo, colocándose sólo una espuela para abreviar el tiempo; de buen criterio y con viveza para el negocio, no cualquiera se lo pita en los negocios. Cooperador en todas las instituciones de su pueblo, Muno Pierry, vale por muchos que se quedan en las huinchas y no sacan a sus fundos de la rutina desesperante. Luego aumentará el riego, por el canal preconizado por mí hace tantos años, del Caicupil; ha sembrado nuevas variedades de papas, forrageras; por mi consejo, unas veces, con bastante buen resultado. Pronostico que su fundo será un vergel.
Edmundo Pierry tiene muchas anécdotas; a ver si me acuerdo de algunas. Dice don Pablo Cáceres que una vez estaban en una fiesta y se armó una gresca grande; Muno entró de apaciguador, tratando de calmar los ánimos muy caldeados y cuando regresó, después de un rato, al grupo de los amigos con quienes estaba libando, dijo muy seriamente: estos rosqueros me hicieron perder como una hora y perdiendo de tomar aquí con ustedes; pero, por fin, alegró su afiebrada garganta.
Cuando el gobierno de Ibañez, nefasto para tantos, en uso de las facultades extraordinarias que se le dieron y de las cuales tan mal uso hizo, haciendo eco un Ministrillo a unos tres o cuatro desclasados, que se alimentan de bazofias, de la peor especie, me llamó a jubilación por radical, llegué con mi sucesor al Club Social (Hermán Briceño) y con Paulino que oyó claramente; estaba Muno jugando "Crap", parece, y al pasar a sentarnos por ahí cerca, Muno levantó la cabeza y exclamó: "en belleza ganamos harto poco..." aludiendo a mi sucesor que, como yo, no es de los que podamos llamar un Adonis, ni mucho menos.
En otra ocasión, una señora, para ver a dónde iría Muno después de una fiesta que tenían en una casa amiga, se escondió en el asiento de atrás del auto y Muno, salió y se fue a su fundo y al pasar frente al cementerio (se había muerto hacía poco su señor padre) habla la señora que iba a trás y le dice: ¿A dónde vas Muno? Esto que oye Muno, planta el feroz grito y clava el acelerador y costó trabajo convencerlo que era alma de este mundo la que le hablaba.
Muno Pierry es hermano de la buenamoza señora Lucha, del muy competente doctor Pierry y del recordado farmacéutico don Pedro, cuya corrección y caballerosidad son tradicionales.
Don Edmuno Pierry por ser agricultor dinámico, de clara inteligencia y cumplidor de sus obligaciones, puede llegar muy arriba en sus explotaciones agropecuarias.