Clímaco Hermosilla Silva
Cuando, hace ya unos veinte años, comencé a buscar fotografías que nos permitieran reconstruir el rostro de esta comunidad cañetina que habíamos tratado de retratar en nuestras “Crónicas”, me espantó el hecho de no encontrar estas fotografías y de recibir, inicialmente, una respuesta negativa a mis requerimientos de las personas consultadas.
Poco a poco, sin embargo, esta situación comenzó a variar y fuimos acopiando un inmenso “Archivo Fotográfico de la Ciudad”, el que reunía cerca de 500 fotografías que comenzaban prácticamente el mismo año de la ultima refundación de esta: 1868.
A veces, las grandes ideas no vienen con nombre y apellido. Simplemente nacen de una necesidad, de un entusiasmo colectivo, o quizás de ese espíritu cañetino que sabe reconocer el valor de lo que crece en nuestra tierra. Lo cierto es que, sin que nadie lo anunciara como “la primera de muchas”, así empezó la Fiesta del Changle en Cañete.
Por: Gorart Villarroel
A 25 años del Sudamericano Sub-16 realizado en Cañete, este rescate busca poner en valor un episodio deportivo ignorado por los grandes medios, pero grabado con convicción en la memoria local.
A fines del siglo XIX, cuando se proyectaban los primeros trazados ferroviarios en el sur de Chile, la lógica indicaba que el trayecto más eficiente debía unir Concepción con Cañete, pasando por Arauco y Lebu.
Este exalumno tomó la palabra y dejó que la memoria hablara por él.
No buscó adornos ni elogios, sino contar desde el corazón. Lo hizo como quien, ya adulto y convertido en profesor, vuelve a mirar su infancia con respeto, con gratitud y con esa carga de nostalgia que sólo el tiempo sabe dar.
Sus palabras evocan una época que rescatan momentos, rostros y voces que siguen vivos en quienes compartimos la vocación de enseñar. Para quienes fuimos parte de esa historia, leer este recuerdo es volver a caminar por el patio, las salas y las emociones de la Escuela N°1 de Cañete.
Si alguna vez nos preguntamos qué huella deja una escuela… aquí está la respuesta.