Un retrato entrañable de José de la Cruz Miranda Correa, contado con humor, admiración y memoria por Alfonso Concha Acuña.
Pocos lo recuerdan, pero el 7 de mayo de 1947 marcó un antes y un después para la juventud cañetina hace ya 78 años.
En la tranquila calle Saavedra, entre Esmeralda y Riquelme, abrió sus puertas el Liceo Particular de José Miranda Correa, una institución nacida no desde el poder, sino desde la voluntad de un solo hombre: “Cucho”, como le decían sus amigos.
Por primera vez, muchos jóvenes del pueblo pudieron soñar con continuar sus estudios sin abandonar su tierra. Aulas sencillas, sí, pero cargadas de esperanza.
Por: Gorart Villarroel
El Orfeón de Cañete, fundado el 22 de noviembre de 1943, fue mucho más que una banda musical: se convirtió en una verdadera escuela de músicos y un símbolo cultural de la ciudad. Su fundador, don Juan Bautista Rebolledo, fue su director y también el formador de generaciones de instrumentistas que, sin una educación académica previa, aprendieron música en el propio orfeón.
El 27 de febrero de 2010 marcó un antes y un después en la memoria colectiva del país. Aquella madrugada, con un terremoto de 8.8 en la escala de Richter, el país se vio sacudido de forma violenta, enfrentando una catástrofe que dejó destrucción material y también un profundo dolor humano.
Clímaco Hermosilla Silva fue profesor en el Liceo José de la Cruz Miranda, también entusiasta investigador de la historia de Cañete, con dedicación a la gestión histórico-cultural, buscando la integración y el reconocimiento de los pueblos que conformaron la identidad nacional, evitando interpretaciones extremistas.
PRIMER ANIVERSARIO LICEO DE HOMBRES DE CAÑETE
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