Al cabo de tantos siglos, la palabra "resentimiento" -que evoca una pasión con mayor poder destructivo que el pecado capital de la envidia- está cada día más presente en la mayoría de los discursos que tratan de entender la condición humana, como resentimiento individual y, también, como resentimiento colectivo: se habla, se diserta y se escribe muy a menudo de cultura, ideología, moral, política y psicología del resentimiento, de resentimiento de clase, de hombres y de mujeres cuyas vidas son historias de resentimiento -como la biografía del emperador romano Tiberio publicada el año 1939 por Gregorio Marañón ( Tiberio , "Historia de un resentimiento", Espasa-Calpe S.A. Madrid, 9ª edición,1963)- e incluso Harold Bloom , ("El canon occidental". Anagrama, Barcelona,1995) cuyo magisterio como crítico literario es reconocido urbi et orbe , ha delimitado peyorativamente a una "Escuela del resentimiento" y a unos "Apóstoles del resentimiento" en los que incluye a un determinado grupo de críticos literarios.